Hay una vieja canción que dice “Un pasito pa´lante…, un pasito pa´tras…”, y creo que nosotros, en vez de dar el paso para adelante y avanzar, estamos yendo para atrás a pasos agigantados, que, en realidad, retrocedemos…
A estas alturas, lo visual, parece que tiene más importancia que la
palabra, sea esta hablada o escrita.
En realidad, es algo que ha venido avanzando desde hace ya un tiempo,
pero que últimamente se acelera…
Miremos si no, cómo se ha reducido nuestro vocabulario, cuando usamos el
medio moderno de comunicación, por excelencia, que es el teléfono celular.
Utilizamos abreviaturas muchas veces inventadas, como la “x”
en vez de decir “por” (recordemos que este es un símbolo matemático) o la “K”
seguida de una “E”, para decir qué y nos ahorrarnos una letra, que es la “u”.
Así podríamos seguir y estoy absolutamente seguro, que cada uno tiene sus
propios “truquitos” para comunicarse
por medio del celular y ahorrar tiempo…
Lo que estamos haciendo para ganar algo, sirve, en realidad, para que
perdamos dos cosas: comprensión correcta de parte de quien recibe el mensaje y
la facultad de escribir, esto último, de nuestra parte…
¿Y qué me dicen de los dibujitos…? Los “emoticones”, “emojis” o “caritas”, que convierten un texto
escrito en una sucesión de jeroglíficos, punteada por palabras, que para peor…
¡Están mal escritas!
El dicho dice que “una imagen vale
más que mil palabras”, y es cierto…, en parte, porque una sola palabra
puede cambiar la percepción que se tiene de la imagen.
Lo que la imagen nos ofrece es un “golpe
de vista”, hace que, de una mirada, nuestro cerebro “vea” y registre, pero por favor, no nos olvidemos que los ojos son
un instrumento, solamente uno de los sentidos que proveen de información a
nuestra “computadora central”, que es
el cerebro…
Ese “golpe de vista” que es
registrado, no se da igual con las palabras escritas, que están formadas por
letras y que unidas se convierten en frases siendo –las letras- símbolos, que
hay que saber unir y descifrar una por una… Hay que saber leer.
Un ejemplo que se me ocurre, es que en tiempo del gobierno militar de la
“Revolución Peruana”, hubo un afiche
que se hizo famoso y mostraba a una mujer campesina, anciana, con las manos
juntas y mirando hacia arriba, con lágrimas en las mejillas, en actitud de
rezar o “dar gracias al cielo”. La
frase, por cierto, que se repitió muchísimas veces y se convirtió en una
especie de slogan de la reforma agraria, y estaba debajo de esa imagen decía: “Campesino, el patrón no comerá más de tu
pobreza” …
Perfecto el conjunto para dar el mensaje…, pero ahora quitémosle las
palabras y la imagen nos puede mostrar a una viejita llorando porque se murió
su esposo, su hijo o su ovejita…
Las palabras, definen la imagen. La complementan. Si no las hay –porque
son una especie de “explicación”- la
imagen será únicamente lo que veamos en ella.
Las palabras SON importantes. No digo que las imágenes no lo sean, pero
la palabra escrita y que aparece después de la que es hablada, es lo que permite
guardar recuerdos.
Me parece que a pesar de los adelantos técnicos y científicos que se
alcanzamos cada día, los seres humanos, en vez de avanzar y evolucionar,
estamos involucionando. Dando marcha atrás.
No es malo que la imagen haya crecido tanto, pero me parece peligroso,
porque siento (y esta “teoría” no la
he inventado yo, por si acaso) que nos dirigimos, retrocediendo peligrosamente,
a la época de las cavernas, donde el cavernícola pintaba bisontes y su cacería,
en la cueva de Altamira, o a cuando los antiguos egipcios, miles de años
después, o los mayas, pintaban o esculpían jeroglíficos para relatar o
comunicarse…; digamos que hacían sus propios “emojis”
Nadie puede comunicar aquello que desconoce y lo mismo sucede con la
palabra escrita o hablada. Si escribimos mal, no nos entenderán: NO podremos
comunicar. Si hablamos mal, sucederá lo mismo, aunque en este caso el asunto no
parezca tan grave… No podemos ser una población de ágrafos (la palabrita viene
de graphos, que en griego significa escritura y la “a” quiere decir “sin”,
así como acéfalo es “sin cabeza” o
áptero, “sin alas” …).
Recordemos solamente, por favor, que eso de la sintaxis y la ortografía
que nos enseñan en el colegio, SÍ tiene importancia para la vida diaria, porque
de lo contrario, si piensan como decía el viejo comercial que “¡Eso cansa…!”, mejor nos dedicamos a
mirar dibujitos y a rogar para que no nos estén mentando la madre con ellos…