lunes, 18 de julio de 2022

Amor a la publicidad

 

Una mañana, temprano, llegué a la oficina de la agencia de publicidad donde era director creativo y al pasar por arte, me pareció ver un poco de desorden, me acerqué a uno de los tableros de dibujo, que estaba contra la pared del fondo y en la semioscuridad noté algo “raro” debajo de este; al mirar bien, vi que había alguien abajo, evidentemente durmiendo; le pasé la voz, despertándolo con un zamaqueo y soñoliento, se desperezó, saliendo de su sueño el hombre de arte, dueño del tablero, y me explicó entre bostezos, que como había un trabajo urgente, hubo de terminarlo y para cuando acabó era tan de madrugada que no valía la pena regresar a su casa –vivía lejos- y se acomodó debajo de “su” tablero, para “echar una dormidita” …

 


Sonreí en ese momento y ahora pienso que esa es una verdadera muestra de amor por la publicidad, una prueba de “llevar la camiseta” y llegar hasta lo último, con tal de cumplir con el deber …

 

Me digo, que cuántas muestras de ese cariño por la profesión habrá habido y probablemente haya, que no conocemos, que tal vez ni imaginemos. La cantidad de horas robadas al sueño, preparando una campaña o terminando un aviso, que de pronto son incontables, demuestran cariño y un perfeccionismo especial por lo que se hace …

 

Estoy seguro que esto es algo que les sucede a los profesionales de diferentes ramas, pero a mí me ha tocado ser testigo de excepción de ello en la publicidad y lo siento muy adentro, porque después de todo, más de cincuenta años y haber visto situaciones así, como se dice, “no es moco de pavo”

 

Imagen: https://www.freepik.es

lunes, 11 de julio de 2022

Lo nuevo y lo viejo

 

La publicidad se encuentra como siempre, con aquello que es “viejo”, o sea la comunicación –que es tan antigua como el ser humano- y los medios para ponerla en práctica …

 


La comunicación, ese intercambio entre dos o más inteligencias humanas (especifico, porque salvo las piedras, en la naturaleza todo comunica, es decir emite y recibe) no ha cambiado. Lo que ha ido variando es la manera de comunicarse y aquí podríamos citar una miríada de formas …

 

A lo que la publicidad, específicamente se enfrenta ahora, es a cambios en la forma de comunicarse. Cambios que se han venido dando permanentemente, haciendo realidad aquello de que “lo único que no cambia es el cambio”. Los “medios” de comunicación han cambiado y en este momento es la llamada digitalización, la computación, lo que impera. Coexisten con lo que se traduce en papel impreso, ondas de radio o de televisión, cine y otros “soportes” que reciben la comunicación publicitaria …

 

Hay que idear nuevas maneras de emitir mensajes, adecuarse a los modos de ser del público y tener siempre en cuenta que muchas de las antiguas reglas ya no sirven, porque han sido dejadas de lado o superadas. El asunto –que no ha variado- es cómo atraer al público, de qué modo sugerirle, recomendarle e impulsarlo a dar una respuesta afirmativa, positiva …

 

A veces me parece que estoy incidiendo casi todo el tiempo en esto, pero lo hago, porque por mi propia experiencia soy un creativo publicitario que ha vivido cambios sustanciales en materia de instrumentos de la profesión y en los medios que utiliza. Soy pre-televisión, pre-digitalización, pre-computadora … ¡Casi un dinosaurio! Soy una especie de vestigio, pero que tuvo que actualizarse permanentemente, para durar en este oficio más de medio siglo y continuar “operativo” …

 

Por eso digo que los cambios van a seguir y hay que estar preparados. No se puede parar, porque el futuro, ése que leíamos en los libros de ciencia-ficción, ya está aquí y como se dice, pronto será tan viejo, como el periódico de ayer.

 

Imagen: http://juancarloscasco.emprendedorex.com

martes, 5 de julio de 2022

TIPIFICADO


 

He escuchado al conductor de un programa que se emite por numerosas plataformas informativas a todo el Perú, repetir muchas veces la palabra que es motivo de este título y creo que, si bien es un error y “a más inri”, repetido, lo preocupante es que se insiste en algo, que está mal y “para peor”, lo hace quien hoy se llama “un influencer”, palabra que cuya traducción al castellano –en un modo bastante libre, general y sonoro, por cierto- borra cualquier duda: “influenciador” …

 

No es que sea algo “muy horrible”, pero aprovecho este pequeño suceso, para llamar la atención sobre eso que muchas veces pasamos por alto, pero que parece estarse convirtiendo en algo cotidiano para los locutores de programas o noticieros, y es un mal uso del idioma, lo que revela falta de información sobre su elemento principal de comunicación, que es el lenguaje, y la poca o ninguna preocupación por corregirlo que existe…

 

Es verdad que los errores al hablar son bastante comunes y que un ex presidente del Perú y un ex alcalde de Lima decían “consuidadanos”, que los “endenantes”, “nádienes”, “nadies” u otras equivocaciones al hablar, sean corrientes en las voces de algunos prominentes políticos, pero esa no es razón para que importe un bledo la manera correcta de hablar, porque se cree que “me entienden”, y menos para quienes lo hacen en público y debieran dar ejemplo de corrección (y diría respeto por los demás) al hablar …

 

¿Y esto que tiene que ver con la publicidad?

Bueno, es algo digno de notar para que se evite, no suceda,  y no se haga, porque la comunicación publicitaria es comunicación pagada y quien paga, tiene todo el derecho de exigir a cambio, un buen producto en todo sentido; las “equivocaciones” lingüísticas en publicidad, además, se propagan rápida y masivamente lo que las hace peligrosas para la supervivencia de algo tan fundamental, pero lamentablemente también distorsionado, descuidado y vapuleado como el idioma …

 

Imagen: https://es.123rf.com