martes, 28 de diciembre de 2021
COMPARANDO CHOCOLATES DE TASA TOPS EN LIMA/ PERÚ
miércoles, 22 de diciembre de 2021
TODO TIENE SU FINAL
Es
totalmente cierto y lo creo así, que absolutamente todo tiene un tiempo de
vida, que este termina en algún momento y personalmente me parece no solo
importante sino honesto, con los demás y con uno mismo, el aceptar que el
tiempo de “hacer”, se ha cumplido con creces …
Esto
no debe resentir a nadie, porque es lógico que suceda; hay que dar la
bienvenida a los “recambios” y no verlos como si fueran una competencia que
logra correr más y dejarlo a uno como poste, en mitad de la pista de carreras …
En mi
caso, hace bastante que sé que llegó el término de lo que fue mi carrera como
publicitario, en una actividad tan divertida como la creatividad. Empecé en
1969 y hace rato que cumplí los 50 años de entretenerme creativamente, con
relativo éxito, éxito que –debo reconocer- es en inmensa parte, mérito de
quienes tuvieron la paciencia de enseñarme y tolerar los errores que han
salpicado mi tránsito por la profesión …
Es
verdad también que, a las enseñanzas, sumé mis ganas de aprender, un espíritu
medio aventurero que me permitió arriesgarme –a veces sin medir bien las
consecuencias- y curiosidad, mucha curiosidad, que resumo siempre completando
la frase “La curiosidad mató al gato”, con la pregunta “¿Y qué es lo que quería
saber el gato...?”
Tuve
la fortuna de poder enseñar creatividad publicitaria, a la vez que trabajaba en
ello en diferentes agencias de publicidad; es decir, la práctica me fue
dictando la teoría y las uní, tratando de que cada vez fuera menor lo que para
mí empezó como un experimento, en un ya lejano 1985. Idear “de la nada” el
curso de creatividad publicitaria, ha sido una de las mejores aventuras de mi
vida, de esas, en las que, al calor de una hoguera, el narrador mantiene en
vilo a los que se reúnen, al abrigo de un fuego amistoso. Confieso que, a lo
largo de esos años, aprendí más de lo que pude enseñar …
Como
digo, todo tiene su final y ya no “hago” publicidad, sino que, como creo que ya
dije en un post anterior, estoy “en la barrera”, mirando y sí, comentando,
porque esto que escribo son comentarios. Digamos que ya no “creo comerciales”,
sino que miro los que hay y escribo, porque eso sí, escribir es algo que hace
tanto tiempo que hago, que parece que me sale tan natural como hablar.
Supongo
que son cosas de un viejo publicista, que siente que todavía tiene algo que
decir …
Manolo Echegaray.
Imagen: https://es.123rf.com
miércoles, 15 de diciembre de 2021
UN DÍA CUALQUIERA NUNCA ES CUALQUIER DÍA
Pongamos
un lunes. Tiene una pinta de lunes increíble, porque después de un domingo
descansado y casi ocioso, se despereza y trata de sacudirse la flojera para
enfrentar el trabajo nuevamente y este lunes cualquiera, que comienza despacio,
como a regañadientes y con un “boost” de café (“a la vena”, como decía un
amigo), empieza a traer novedades que van amontonándose: Un aviso para
periódico de aceite comestible, sin nada más que una descripción del producto,
que “aclara” que es aceite comestible y 100% de origen vegetal y una foto del
nuevo envase. Junto con esa “orden de trabajo” llegan otras tres, que son para
un comercial de radio para el dentífrico cuya cuenta publicitaria llevamos y el
texto para un folleto explicativo de lo que es una especie de roldana para izar
las redes de pesca, para un público bien específico. Dentro del sobre de esta
“orden” hay una descripción del producto y varias fotos del mismo “en acción”,
bolicheras y redes llenas de pescado.
Llaman
a “reunión de los lunes” donde nos juntaremos ejecutivos de cuenta, redactores,
directores de arte, el gerente y por supuesto, el encargado de coordinación,
para hacer una revisión de lo hecho la semana que pasó, revisar si es que hubo
algún problema y planificar la semana que empieza, alertando si hay alguna
urgencia o algo especial.
Más
café, casi todo el mundo fuma y yo preparo mi primera pipa del día. Charla
insustancial al principio, para después ir “calentando” el ambiente, que es
bastante perezoso. Felizmente todo ha ido bien y no hay reclamos ni demoras.
Increíblemente, el coordinador no se queja de nada y cada uno habla brevemente,
si es que dice algo. Hay que prepararse, porque el cliente más grande, que nos
confía una línea completa de cosméticos, quiere una reunión para plantear sus
necesidades. El ejecutivo de la cuenta dice que es algo institucional “pero
vendedor”. Yo lo miro con cara rara, porque no es común que las dos cosas vayan
juntas…
Las
tazas están vacías, los ceniceros llenos y la reunión termina. Cada uno va a su
escritorio o a su tablero y Rodrigo va a limpiar la sala de reuniones (no sé
qué haríamos sin Rodrigo “El Múltiple”, que es conserje, ayudante de ocasión,
mensajero de tarde y campeón de la limpieza).
Este
lunes que prometía ser un día cualquiera, no ha hecho sino empezar y va a ir
tomando velocidad –esa velocidad tan propia de la publicidad, donde todo es
“para ayer”- convirtiéndose en una especie de torbellino que en mi caso va a
ser escribir, escribir, escribir, imaginar cosas, aprender cómo funcionan las
roldanas famosas, café, una pipa más, una pausita para un sandwich del
restaurante que hay en el primer piso y nos hace “delivery” en cualquier
momento, comido en el escritorio, más café y a seguir escribiendo.
Cada
uno está en lo suyo, hay un par de reuniones de los ejecutivos con sus clientes
y los directores de arte dibujan (no hay computadoras todavía), los redactores
escriben o miran al techo y el coordinador se pasea entregando órdenes de
trabajo”, chequeando que se estén cumpliendo las fechas.
Es un
día cualquiera, pero no es cualquier día, porque como a las seis de la tarde,
el gerente entra al departamento creativo y nos dice que ganamos la cuenta.
Esa, para la que hicimos la presentación hace dos semanas. Todos sonreímos y
hay aplausos. En realidad, lo que nos espera es más trabajo. Cliente nuevo.
Pero eso es lo que nos gusta. Por eso estamos en publicidad …
Imagen: https://agustinasmisioneras.net/wordpress
martes, 7 de diciembre de 2021
¿CREAR DE LA NADA?
Para el creativo publicitario, la “nada” en su trabajo, no existe. La palabra “nada”, lo dice todo: inexistencia de algo.
El
creativo o creativa cuenta, muchas veces sin notarlo, con un nutrido equipaje
de recursos, que van apareciendo conforme avanza en su tarea y los aplica casi
de manera automática, más, si lleva tiempo en el oficio …
Lo
que digo puede parecer una tontería, pero es que la pregunta “¿De dónde sale lo
que quien crea para publicidad, hace …?” me la han hecho mucho, sobre todo
diciendo “¿Cómo se te ocurren esas cosas?” y entonces creo que es una buena
oportunidad para decirlo: La nada, no produce nada. Está vacía …
Por
eso, nunca he creído que un redactor o artista gráfico, sea mujer u hombre, que
se dedica a la publicidad, no puede ser un “recién llegado”, alguien que no
tenga conocimiento de nada y triunfar instantáneamente. Se requiere de un
bagaje personal, de un “contenido” variado, que permita abordar, con solvencia,
los múltiples temas sobre los que tendrá que aplicar su creatividad …
No
hallo otra palabra mejor, para definir ese “contenido”, que CULTURA, que viene
de cultivar y, lo siento mucho, pero no se cultiva lo que no existe … La
cultura no es algo que se tome en una pastilla, ni tampoco se produce un jueves
al despertarse y uno, de “un día para otro”, se vuelve “culto”; la cultura
necesita del tiempo y por supuesto, de materia prima.
No
estoy diciendo, por favor, que solamente puedan ser cultos los viejos (porque
la ignorancia no conoce edad), pero mientras más tiempo se vive, hay
oportunidad de saber más, de seguir haciendo crecer el equipaje personal …
Escuché
una frase, que me parece decisiva y que querría citar, utilizándola para el
final:
“QUIEN MÁS
SABE, MÁS DISFRUTA”
Y es
que crear, es disfrutar … Por lo menos, lo puedo atestiguar, aunque
francamente, no es que sepa mucho, pero como dicen, “estoy en eso” …
Imagen: https://www.freeimages.com/es
Manolo Echegaray.