Sí…
Otra vez las palabras…
Las
palabras, lo he dicho varias veces, han sido mi “materia prima”, esa que me ha
permitido construir innumerables piezas de comunicación publicitaria, a lo
largo de mi más de medio siglo de actividad…
Con
las palabras, he llegado a muchísima gente
–mucho más de la que hubiese siquiera imaginado- con mensajes construidos
por encargo y que fueron totalmente diferentes uno del otro, tratando de que la
originalidad primara, sobre todo, en cada caso …
Y el
título que me he prestado, viene a cuento, porque siempre me pareció una buena
manera pata describir a las palabras; esas que, como el Ingenioso Hidalgo, Don
Quijote de La Mancha, de Cervantes, van de un lado para otro, viviendo
aventuras y provocándolas, con la imaginación. Para completar el símil, digamos
que yo he sido el compañero de esas palabras andantes; el Sancho Panza, que con
su pachocha ha disfrutado de los sueños y fantasías, que ellas le
permitieron.
Hemos
recorrido un camino largo, variadísimo y doy gracias a las palabras por haber
dejado que las acompañara en estos viajes maravillosos, donde aprendí tanto de
ellas. Las palabras han sido mis maestras y confieso que mi vida no tendría
sentido si es que ellas no me hubiesen guiado.
*El
título de este pequeño artículo, es el mismo que el del maravilloso libro de
Eduardo Galeano, que me he atrevido a usar y recomiendo leer, aunque su
contenido no tenga nada en común con lo aquí escrito, salvo claro, las palabras.
Imagen:
https://blog.prezi.com/es
Manolo Echegaray.
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