He
escuchado al conductor de un programa que se emite por numerosas plataformas
informativas a todo el Perú, repetir muchas veces la palabra que es motivo de
este título y creo que, si bien es un error y “a más inri”, repetido, lo
preocupante es que se insiste en algo, que está mal y “para peor”, lo hace quien
hoy se llama “un influencer”, palabra que cuya traducción al castellano –en un
modo bastante libre, general y sonoro, por cierto- borra cualquier duda:
“influenciador” …
No es
que sea algo “muy horrible”, pero aprovecho este pequeño suceso, para llamar la
atención sobre eso que muchas veces pasamos por alto, pero que parece estarse
convirtiendo en algo cotidiano para los locutores de programas o noticieros, y
es un mal uso del idioma, lo que revela falta de información sobre su elemento
principal de comunicación, que es el lenguaje, y la poca o ninguna preocupación
por corregirlo que existe…
Es
verdad que los errores al hablar son bastante comunes y que un ex presidente
del Perú y un ex alcalde de Lima decían “consuidadanos”, que los “endenantes”,
“nádienes”, “nadies” u otras equivocaciones al hablar, sean corrientes en las
voces de algunos prominentes políticos, pero esa no es razón para que importe
un bledo la manera correcta de hablar, porque se cree que “me entienden”, y
menos para quienes lo hacen en público y debieran dar ejemplo de corrección (y
diría respeto por los demás) al hablar …
¿Y
esto que tiene que ver con la publicidad?
Bueno,
es algo digno de notar para que se evite, no suceda, y no se haga, porque la comunicación
publicitaria es comunicación pagada y quien paga, tiene todo el derecho de
exigir a cambio, un buen producto en todo sentido; las “equivocaciones”
lingüísticas en publicidad, además, se propagan rápida y masivamente lo que las
hace peligrosas para la supervivencia de algo tan fundamental, pero
lamentablemente también distorsionado, descuidado y vapuleado como el idioma …
Imagen: https://es.123rf.com
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