martes, 17 de agosto de 2021

“DESPACIO, QUE ESTOY APURADO…”

 


Hay una anécdota que hace referencia al título de este pequeño artículo y que se atribuye a Napoleón Bonaparte:

Dicen que mientras el pequeño corso, que fue emperador, era ayudado por su asistente a vestirse, le dijo: “Vísteme despacio que tengo prisa” …

 


Esto nos dice, creo, que hay que hacer las cosas sin “corre-corre”, porque lo que se necesita es hacerlas bien y para ello debemos tomarnos el tiempo necesario; no se trata de aprovechase y remolonear, sino de no “correr”, porque muchas veces la velocidad atenta contra la calidad.

 

Esto, por favor, no es una excusa para la lentitud, sino que hay que tomar el tiempo que toma, hacer lo que hagamos… ¡Bien!

 

En el caso específico de la creación en publicidad, por más “entrenamiento” que se tenga, esta, necesita de tiempo para producir resultados que sean lo que se busca. Eso de “apúrate” no va con algo como la creación que requiere de un estado de “reposo”, que contiene el proceso de un pensamiento, que puede parecer sencillo, pero es complejo…

 

Esto, generalmente es acicateado por la urgencia, pero es fatal cuando ella está en primer lugar, porque lo que suele sufrir es la creación.

 

Volviendo a la anécdota inicial, nada se gana con vestirse rápidamente, si la velocidad hace que no abotonemos todos los botones, olvidemos alguna prenda importante y el resultado sea algo que hay que deshacer y volver a hacer…

 

No ganamos nada, antes bien, perdemos, con creatividad hecha “a las apuradas” y eso es fatal para la publicidad.

El vino gana en sabor y calidad cuando se añeja, es decir cuando una vez preparado, se le deja reposar. La fruta va “madurando” y cuando se quiere hacer madurar rápidamente una palta, por ejemplo, dicen que se la entierra en guano. El sabor se comenta, si no es bueno: “parece madurada en guano” …

 

El buen resultado de la publicidad, es muy importante para “madurarla en guano”.

 

 

Imagen: diariocorreo.pe

 

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