Pepe
es un robot que piensa.
Es
una maravilla que no tiene brazos, piernas, ojos ni boca; Pepe es un cerebro
electrónico, digamos una computadora diseñada y creada para hacer lo que el
cerebro humano hace: pensar.
Gracias
a una “alimentación” inmensa de datos de todo tipo, su programa, ante una
solicitud, realiza el proceso de pensar, es decir de buscar datos en su
“archivo”, seleccionarlos, compararlos, validarlos, unirlos a otros datos “de
la misma familia” para construir el pensamiento, ese que, expresado en ideas, y
que, gracias a su complicado sistema, se convertirán en frases que a su vez se
convertirán en párrafos de correcta ortografía, párrafos y frases que podrán
componer un aviso publicitario, en respuesta a lo pedido y que sea único,
brillante, atractivo y eficaz …
Pepe
habrá hecho su trabajo en seis segundos y de “yapa” producirá una ilustración
ad-hoc a todo color, igualmente original y única como el texto; si es aprobado,
lo enviará a la red, a los sitios y en las fechas previamente seleccionados por
él mismo …
Fin
del sueño. O de la pesadilla de un anunciante y de un redactor publicitario:
sueño feliz para el primero y pesadilla horrenda para el segundo …
Sí es
un sueño/pesadilla que puede producir el tema de la “inteligencia artificial”
en este asunto de la publicidad; un sueño/pesadilla que puede haber llegado ya,
o no estar muy lejano, porque todo parece ser cuestión de tiempo.
La
ciencia ficción se ya se está volviendo ciencia nada más desde hace un tiempo y
como dicen, el futuro nos alcanza y promete convertir en pasado muchas cosas …
Imagen: http://www.vdibrasil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario